Batería del celular: evolución y consejos para alargar su vida útil
Es lo que proporciona la energía necesaria para que el procesador funcione y se establezcan las conexiones.
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La importancia de la batería de un móvil va más allá de proporcionar energía. Influye directamente en la experiencia del usuario, la productividad y la comodidad. Así, la duración de la batería, la velocidad de carga y la eficiencia energética son determinantes a la hora de elegir un smartphone.
Por ello, las empresas de tecnología invierten en investigación y desarrollo para mejorar las baterías de los celulares, buscando satisfacer demandas cada vez más exigentes. Además, el uso intensivo de aplicaciones, juegos y conectividad aumenta la necesidad de baterías de mayor duración.
Historia y evolución de la batería del celular
La trayectoria de las baterías de los teléfonos móviles refleja la evolución de los dispositivos móviles, marcada por importantes avances tecnológicos en las últimas décadas. En un principio, las baterías utilizadas eran voluminosas y de capacidad limitada, reflejo de las limitaciones tecnológicas de la época.
Así, las primeras generaciones de teléfonos móviles utilizaban baterías de níquel-cadmio (NiCd), conocidos por su durabilidad. Sin embargo, tenían problemas como el efecto memoria, que capacidad de carga reducida con el tiempo, y debido a su peso relativamente elevado, que hacía que los dispositivos fueran menos portátiles y menos prácticos para el uso diario.
Con el paso de los años, las baterías de níquel-hidruro metálico (NiMH) sustituyeron a las de NiCd, aportando algunas mejoras, como una mayor capacidad de almacenamiento de energía y un menor impacto ambiental, al no contener cadmio, un metal pesado y tóxico.
En este sentido, la verdadera revolución se produjo con la introducción de las baterías de iones de litio (Li-ion). Desarrolladas en la década de 1990, estas baterías trajeron un aumento considerable en la densidad de energía, permitiendo que los teléfonos celulares se volvieran más compactos y livianos, sin sacrificar la duración de la batería.
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Además, las baterías de iones de litio prácticamente han eliminado el efecto memoria. De esta forma, permitían a los usuarios cargar sus dispositivos sin tener que descargar primero la batería por completo.
En años más recientes, el desarrollo ha continuado con la introducción de baterías de polímero de litio (LiPo), que ofrecen aún más flexibilidad en términos de diseño. De hecho, LiPo son más estables y seguros, reduciendo el riesgo de explosiones o fugas.
Paralelamente a los avances en baterías, la tecnología de carga también ha evolucionado. En otras palabras, la carga rápida, impulsada por estándares como Qualcomm Quick Charge y USB Power Delivery, se ha convertido en una característica estándar en los teléfonos inteligentes modernos.
Iones de litio frente a polímeros de litio
Las baterías de iones de litio (Li-ion) han revolucionado el mercado de dispositivos móviles. Y siguen siendo la tecnología predominante en los smartphones, por sus superiores características de rendimiento, seguridad y eficiencia.
Además, inicialmente fueron desarrollados para dispositivos electrónicos portátiles. Sin embargo, estas baterías se han convertido rápidamente en la opción preferida para teléfonos móviles, portátiles y otros dispositivos debido a varias ventajas sobre las tecnologías de baterías anteriores.
Así, la principal ventaja reside en su alta densidad energética. En otras palabras, significa que pueden almacenar una cantidad importante de energía en un espacio relativamente pequeño, lo que permite que los dispositivos sean más ligeros y compactos.
Por otro lado, las baterías de polímero de litio (LiPo) suponen una importante evolución respecto a las baterías convencionales de iones de litio. Por tanto, ofrecen ventajas adicionales en términos de diseño, rendimiento y seguridad.
De hecho, una de las ventajas es su capacidad de adaptarse a diferentes formas y tamaños, lo que permite diseños de dispositivos más delgados, livianos y ergonómicos. De esta manera, la flexibilidad es especialmente buena para los fabricantes de teléfonos inteligentes y otros dispositivos portátiles, que buscan constantemente innovaciones.
Además, las baterías de polímero de litio tienden a ser más seguras y estables que las baterías de iones de litio tradicionales. El electrolito de polímero gelificado ofrece mayor resistencia a fugas y roturas, reduciendo el riesgo de daños a dispositivos y usuarios.
Consejos para alargar la duración de la batería
A diferencia de las baterías más antiguas, las baterías de iones de litio no sufren el efecto memoria. Por tanto, no es necesario descargar completamente la batería antes de recargarla. En verdad, evitar ciclos completos de carga y descarga puede ayudar a prolongar la vida útil de la batería.
Por tanto, evita mantener la batería constantemente en niveles de carga extremos (muy bajos o muy altos). Lo ideal es mantener la carga de la batería entre el 20% y el 80% para minimizar la tensión en la batería.
Además, las temperaturas extremas, tanto altas como bajas, pueden dañar la batería de tu móvil. Por tanto, evita dejar el dispositivo expuesto al sol durante largos periodos de tiempo o dejarlo en lugares muy fríos, como el congelador.
Finalmente, muchos teléfonos inteligentes ofrecen modos de ahorro de energía que reducen el consumo de energía al desactivar funciones no esenciales. Por tanto, activa estos modos cuando la carga de la batería esté baja para alargar su vida útil.
Si sigue estos sencillos consejos, podrá ayudar a prolongar la vida útil de la batería de su teléfono celular y garantizar una experiencia de usuario más satisfactoria a largo plazo. Aproveche el tema y vea también las transformaciones que tuvieron lugar en red móvil. ¡Hasta pronto!